Bueno, seguimos con el reto. Pero esta vez es más complicado para mí seguirlo. Me voy de vacaciones y no tengo whatsapp (lo sé lo sé, tengo sólo con wifi) para comunicarme, sólo por mensajes, ni ordenador. Pero tengo quien me vaya comunicando los retos. Lo malo es que me voy a un camping con la mala suerte de que no funciona movistar. Pero haciendo malabarismos consigo saber los retos de cada día, eso sí no siempre por la mañana. Y a ratos voy haciendo los retos. Otra limitación es que sólo tengo 12 lápices de colores de mi hijo, una goma, un sacapuntas y un lápiz HB ja ja.
Durante el viaje me entero de la ilustración del día. Barbaroja, y cuando paramos a comer hago el boceto que termino más tarde cuando llego a mi destino. Barbaroja doma al océano y se agarra a las olas para ir al abordaje.
Al día siguiente tocaban los siete enanitos. Quise hacerlos no en la cueva ni en su casa, sino moviéndose por el bosque, pero haciendo notar su tamaño con troncos gruesos.
El sexto día tocaba nada más y nada menos ¡que un Dragón! Quise hacer uno de los que me gustan, oscuro y al acecho, metido en su caverna, asustando al pobre aventurero que sólo pretendía explorar una cueva. Está hecho sobre todo con lápiz de grafito, HB sí, no es a mejor elección, pero era lo que tenía.
El día 7 era Un Extraterrestre en su Nave. Bueno, no quise hacer la típica nave espacial, así que hice a un extraterrestre en su bicicleta interestelar...a pies. Sí sí, y un par más de viajeros extraterrestres que aparecen por el fondo.
El octavo día era sobre Tres Ogros en el Bosque y yo bueno, quise reírme un poco e hice a los Ogros como si estuviesen bailando en corro, simulando las famosas Tres Gracias. Pero como veréis en el dibujo... gracia lo que se dice gracia no tenían mucha, pero son muy divertidos.
El noveno día me tocaba viajar de vuelta a casa y en el tren hice Un Vampiro en su Castillo. Está amaneciendo y hay que acostarse, pero no sin antes lavarse los dientes. ¡la higiene es primordial!
DÍA 4. BARBAROJA. Lápices de colores.
Durante el viaje me entero de la ilustración del día. Barbaroja, y cuando paramos a comer hago el boceto que termino más tarde cuando llego a mi destino. Barbaroja doma al océano y se agarra a las olas para ir al abordaje.
Al día siguiente tocaban los siete enanitos. Quise hacerlos no en la cueva ni en su casa, sino moviéndose por el bosque, pero haciendo notar su tamaño con troncos gruesos.
El sexto día tocaba nada más y nada menos ¡que un Dragón! Quise hacer uno de los que me gustan, oscuro y al acecho, metido en su caverna, asustando al pobre aventurero que sólo pretendía explorar una cueva. Está hecho sobre todo con lápiz de grafito, HB sí, no es a mejor elección, pero era lo que tenía.
El día 7 era Un Extraterrestre en su Nave. Bueno, no quise hacer la típica nave espacial, así que hice a un extraterrestre en su bicicleta interestelar...a pies. Sí sí, y un par más de viajeros extraterrestres que aparecen por el fondo.
El octavo día era sobre Tres Ogros en el Bosque y yo bueno, quise reírme un poco e hice a los Ogros como si estuviesen bailando en corro, simulando las famosas Tres Gracias. Pero como veréis en el dibujo... gracia lo que se dice gracia no tenían mucha, pero son muy divertidos.
El noveno día me tocaba viajar de vuelta a casa y en el tren hice Un Vampiro en su Castillo. Está amaneciendo y hay que acostarse, pero no sin antes lavarse los dientes. ¡la higiene es primordial!
DÍA 4. BARBAROJA. Lápices de colores.
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